Ingresar a un familiar en una residencia es una decisión difícil: en ocasiones, la familia vive estos momentos con un sentimiento de abandono y pena que verbalizan cuando se realiza el proceso de información en los centros.
Este proceso se suma en la actualizada a los protocolos y medidas preventivas relacionados con el COVID-19, donde el acceso a la residencia por sus allegados está limitado y porque las visitas son pocas y cortas (actualmente dos visitas de media hora).
En Residencia Beloso Alto entendemos lo difícil que es ingresar a un familiar en una residencia. Pero el objetivo es la mejora en el bienestar y una mayor protección del mayor. Hay que romper con el sentimiento de abandono, ya que no es real.
Sabemos que el contacto y la comunicación con los seres queridos son fundamentales. Nuestro objetivo es, más allá de poder realizar algunas visitas presenciales, ofrecer nuestro apoyo, acompañamiento, cercanía y profesionalidad. Utilizando también las nuevas tecnologías como video llamadas para mantener la comunicación.
Conjugar la libertad del residente con las medidas restrictivas es complicado, pero creemos que es necesario alcanzar un equilibrio por el bien de nuestros mayores.
Nuestro centro es una residencia pequeña, que nos permite conocernos y tratarnos como una «familia». Residencia Beloso Alto es el mejor lugar en el que nuestros mayores pueden estar, rodeados de grandes profesionales que velan por ellos las 24 horas del día.