¿Ingresar en una residencia o seguir en casa?
10/04/2017

«Esta es la gran duda que nos surge a todos los que nos hacemos cargo de nuestros familiares más mayores y queridos.

Mi experiencia personal como tutor legal tras quince años de demencia senil, Alzheimer o como se le quiera llamar, es que existe un momento de la enfermedad en que el ingreso en residencia es necesario y yo diría que ya obligatorio.

Cuando el familiar no es consciente de su entorno vivienda, enseres materiales o incluso personas que le rodean, ya no existe sufrimiento en la salida de su hogar y es el momento del ingreso. Es en esta etapa en la que todo se complica, comienzan los episodios que pueden acabar con su vida, atragantamientos, parálisis intestinales, infecciones respiratorias, urinarias y un largo etc …y la atención y el cuidado es mucho más exigente.

Ya sabemos que es muy dolorosa la decisión del ingreso y yo mismo lo pasé fatal, pero mucho peor es ver a ese familiar tan querido con falta de atención especializada, con riesgo de su vida y ver cómo aumenta el lloro y su sufrimiento.

He tenido muchas personas contratadas para el cuidado y aunque las hay, de muy pocas guardo grato recuerdo, el dinero fue mi único aliado.

Un amigo mío sabedor de mi situación me dijo: «Yo no tomé esta decisión y mi madre falleció de una causa qué tal vez en una residencia no habría ocurrido.”

No dudéis en tomar la decisión del ingreso cuando reconozcáis el momento. No hagáis caso al qué dirán ni a la crítica, mucho peor es abandonar a nuestros seres queridos a la suerte de los más débiles.

La residencia es un gran hogar lleno de amor y de comprensión humana, con grandes profesionales sanitarios que mejoran la calidad de vida de nuestros seres más queridos.»

Familiar y tutor de un Residente.

Cleofé Sarasa Oyarzun