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Rotura de cadera en personas mayores

La fractura de cadera es prevalente en personas mayores, debe ser atendida lo antes posible. En España afecta a 115 varones y 252 mujeres de cada 100.000 habitantes desde los 45 años, incidencia que aumenta exponencialmente a partir de 65 años, la diferencia entre sexos es atribuible a la osteoporosis en mujeres tras la menopausia.

La fractura de cadera o fractura de fémur proximal se puede producir de dos maneras:

  • Fractura subcapital: afectando al cuello del fémur.
  • Fractura trocantérea: pudiendo ser inter o subtrocanterea.

En la población adulta puede darse por un traumatismo leve o incluso sin traumatismo, por un colapso del hueso debilitado.

Factores de riesgo:

  • Osteoporosis.
  • Enfermedades, como la enfermedad de Paget o tumores.

Factores relacionados con las caídas

  • Factores intrínsecos, dependientes de la persona, como debilidad muscular o inestabilidad.
  • Factores extrínsecos o del medio ambiente, como suelos irregulares.

ACTUACIÓN FRENTE A UNA FRACTURA DE CADERA.
Detectarla es el primer paso. La persona no va a poder realizar bipedestación, en caso de poder, la deambulación será imposible por dolor al apoyar la pierna afectada. Según el tipo de fractura, presentará dolor en la ingle o región trocantérea. La pierna generalmente se encontrará en aducción de cadera, rotación externa y acortamiento.
La rehabilitación debe comenzarse inmediatamente tras el tratamiento quirúrgico de la fractura de cadera. Además se debe tener unos cuidados especiales como no sentarse en sillones o sillas bajas para evitar amplias flexiones de cadera, no cruzar la pierna para no realizar rotaciones exageradas de cadera, movilizar la pierna poco a poco y comenzar la marcha con ayuda lo más temprano posible. Se recomienda colocar un alza en el WC.
La rehabilitación se basa en recuperar la marcha previa a la fractura, recuperación de movilidad y fuerza de la pierna afectada, incorporando trabajo de trasferencia de carga y estabilidad.
En caso de signos de empeoramiento como enrojecimiento, sangrado, inflamación o dolor exagerado, deberá acudir a su traumatólogo para que revise que todo va correctamente.
Se debe tener en cuenta que es un proceso lento y algo complejo pero generalmente con buen resultado.

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